La alergia en términos generales es una hipersensibilidad a una sustancia concreta que se inhala, ingiere o se toca generando la aparición de unos síntomas característicos.
La prevalencia mundial de este tipo de enfermedades no deja de aumentar; se estima que cerca del 35% de la población se encuentra afectada por alguna de ellas. A nivel nacional el panorama no es muy diferente:
una de cada cuatro personas padece algún tipo de trastorno alérgico.

Según un informe promovido por la SEAIC (Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica):
“el aumento de la temperatura y la mayor contaminación atmosférica están provocando variaciones al alza en las concentraciones atmosféricas de pólenes, el número de insectos y la prevalencia de hongos asociados a las enfermedades alérgicas, por lo que es plausible que el número e intensidad de los casos se incrementen en el futuro”
Las alergias de mayor incidencia son: respiratoria, cutánea y alimentaria.
* Respiratoria: La rinitis consiste en una inflamación de la mucosa nasal y se caracteriza por síntomas como mucosidad nasal (rinorrea), estornudos, congestión nasal y/o picor nasal. La rinitis alérgica afecta a un 10-25% de la población y, como el resto de patologías alérgicas, va en aumento.
* Cutánea: El eccema está formado por pequeños granitos con descamación, que producen mucho picor y que pueden estar provocados por diferentes sustancias. El eccema denominado dermatitis atópica es frecuente en niños con antecedentes alérgicos en la familia, y es una forma precoz de manifestarse en la piel la enfermedad alérgica.
* Alimentaria: Cualquier alimento puede provocar reacciones alérgicas, pero los que con más frecuencia la causan son la leche y el huevo en los menores de 5 años, y las frutas, el cacahuete y los frutos secos por encima de esta edad.
Para el control de estas patologías, resulta fundamental un diagnóstico preciso. Actualmente contamos con avanzadas pruebas de diagnóstico para la determinación simultánea de anticuerpos IgE específicos presentes en más de 50 alérgenos diferentes. Cada alérgeno es analizado por triplicado y se puede detectar de forma simultánea en alimentos, plantas, animales, insectos, mohos y productos sintéticos. Los resultados se clasifican en 4 niveles: Reacción indetectable, baja, moderada-alta y muy alta.
El desarrollo de este test es una buena opción
para los pacientes que no pueden hacerse una prueba de alergénicos en piel. Además, ha propiciado una
mejora en el diagnóstico individual al detectar sensibilizaciones no sospechadas anteriormente y por tanto, una
efectividad en el tratamiento personalizado para el paciente
minimizando errores diagnósticos y terapéuticos.